domingo, 4 de mayo de 2008

Milton Glaser



Milton Glaser nace en 1929. Fue educado en la “High School of Music and Art” y en la “Cooper Union Art school” de New York. También en la Academia de Artes de Bolonia (Italia). Es en 1955, cuando Milton Glaser, en conexión con Seymour Chwast, Edward Sorel y Reynold Ruffin, fundó el estudio de diseño Pushpin graphic, en Nueva York (se cerró en 1974). La clase particular del estudio estimuló la imaginación del mundo por su enfoque orgánico audaz en materia de diseño e ilustración. Durante sus años en Pushpin, Glaser concibió el cartel muy popular del álbum de los grandes éxitos para el año 1967 de Bob Dylan.
En esta época, Glaser se interesaba por las miniaturas islámicas y por las imágenes psychédéliques procedente de la costa occidental. Es a partir de una foto tomada en México de una valla publicitaria sorprendente que Glaser concibió el tipo de caracteres "Babyteeth" utilizado sobre el cartel donde figura la silueta en negro de Dylan. Glaser extendió su influencia, en 1968, cuando funda con Clay Felker el "New York Magazine", un Diario referente al arte y la cultura.

Además Glaser creó el logotipo de "I love NY", el cual se convirtió en una parte integral del paisaje americano. El logotipo de la ciudad de Nueva York, es uno de los gráficos más famosos, reproducidos y copiados de la historia. La frase "I Love NY", en el que un corazón rojo sustituye a la palabra "Love", fue creado en 1973.

Es también responsable de otros importantes proyectos como los programas de grafismo y decoración de los restaurantes del World Trade Center, en Nueva York; la concepción de un símbolo internacional para designar el SIDA para la Organización mundial de la salud y el logotipo para el primer precio de la ayuda Tony Kushner' s Pulitzer para la parte "Angels en América"
En 1983 creó, con Walter Bernard, el estudio WBMG, y fueron responsables del diseño de más de 50 revistas de todo el mundo. Entre ellas: Jardin des Modes, L’Europeo, New West, L’Express, Manhattan Inc, Channels, Lire, The Washington Post Magazine, Village Voice, New York e Paris Match, entre otras.
En España son contratados por el diario La Vanguardia (1987-1989) para realizar un profundo cambio en esta publicación, coincidiendo con su paso al color.

Glaser Stencil. Tipografía creada por el famoso diseñador gráfico e ilustrador norteamericano Milton Glaser en 1970. Se trata de una perfecta combinación de las proporciones modernistas vigentes en aquella época con el estilo sólido neoyorquino. Su apariencia evoca las populares tipografías geométricas como la Futura o la Avant Garde contando únicamente con los caracteres mayúsculos. Existen varias versiones creadas por distintas fundiciones aunque todas poseen el mismo diseño original. Está pensada para usarse a tamaños grandes como títulos o tipografía de exhibición, donde aporta un carácter sólido y contundente.

Añado ahora algunas de la preguntas que me han llamado la atención de una entrevista que le hicieron al diseñador.

"1. Sólo puedes trabajar para gente que te agrada".

"Es una regla curiosa que me llevó mucho tiempo aprender porque, de hecho, en los inicios de mi práctica sentía lo contrario. Ser profesional requería que no te gustara particularmente la gente para la cual trabajabas, o al menos que mantuvieras una relación distante, lo que significaba no almorzar con los clientes ni tener encuentros sociales. Hace algunos años me di cuenta de que lo opuesto era verdad. Descubrí que todo el trabajo valioso y significativo que había producido, provenía de relaciones afectivas con los clientes. No estoy hablando de profesionalismo; estoy hablando de afecto. Estoy hablando de compartir con el cliente algunos principios comunes. Que de hecho tu visión de la vida sea congruente con la del cliente. De otro modo la lucha es amarga y sin esperanzas".

7. En la medida en que vives, tu cerebro cambiaEl cerebro es el órgano más activo del cuerpo. De hecho es el órgano más susceptible de cambiar y regenerarse de todos los órganos. Tengo un amigo llamado Gerard Edelman que es un gran erudito en estudios del cerebro, que dice que la analogía del cerebro con la computadora es lamentable. El cerebro es más como un jardín silvestre que constantemente está creciendo y esparciendo semillas, regenerándose, etc. Y él cree que el cerebro es susceptible —en una forma de la cual no somos totalmente concientes— a toda experiencia y a todo encuentro que tengamos en nuestra vida.
Me fascinó una historia en un periódico hace pocos años acerca de la búsqueda del oído absoluto. Un grupo de científicos decidió que descubriría por qué alguna gente tiene oído absoluto. Son los que pueden escuchar una nota con precisión y replicarla exactamente en el tono correcto. Alguna gente tiene un oído muy fino, pero el oído absoluto es raro incluso entre los músicos. Los científicos descubrieron —no sé cómo— que en la gente con oído absoluto el cerebro era diferente. Ciertos lóbulos del cerebro habían experimentado algún cambio o deformación recurrente entre quienes tenían oído absoluto. Esto fue suficientemente interesante en sí mismo, pero entonces descubrieron algo aún más fascinante: si tomas un grupo de niños de cuatro o cinco años de edad y les enseñas a tocar el violín, luego de unos años algunos de ellos habrán desarrollado el oído absoluto, y en todos esos casos su estructura cerebral habrá cambiado. Bien… ¿qué podría significar eso para el resto de nosotros? Tendemos a creer que la mente afecta al cuerpo y el cuerpo afecta la mente, pero generalmente no creemos que todo lo que hacemos afecte el cerebro. Estoy convencido de que si alguien me gritara desde el otro lado de la calle mi cerebro podría ser afectado y mi vida podría cambiar. Es por eso que mi madre siempre decía: «no te juntes con esos chicos malos». Mamá tenía razón. El pensamiento cambia nuestra vida y nuestro comportamiento.
También creo que el dibujo funciona de la misma manera. Soy un gran defensor del dibujo, no por haberme convertido en ilustrador, sino porque creo que el dibujo cambia el cerebro de la misma forma en que encontrar la nota correcta cambia la vida de un violinista. El dibujo te vuelve atento, te hace prestar atención a lo que ves, lo cual no es tan fácil.
8. La duda es mejor que la certezaTodo el mundo habla siempre de tener confianza, de creer en lo que haces. Recuerdo una vez en clase de yoga, el profesor dijo que, espiritualmente hablando, si tu crees que has alcanzado la iluminación apenas has alcanzado tus límites. Pienso que es verdad en un sentido práctico. Las creencias profundamente arraigadas de cualquier tipo evitan que te abras a experimentar, y es por eso que encuentro cuestionable a toda posición ideológica sostenida con firmeza. Me pone nervioso cuando alguien cree demasiado en algo. Ser escéptico y cuestionar toda convicción arraigada es esencial. Por supuesto hay que tener clara la diferencia entre escepticismo y cinismo, porque el cinismo es tan restrictivo a la propia apertura al mundo como las convicciones apasionadas: son como gemelos. En definitiva, resolver cualquier problema es más importante que tener razón. Existe una sensación de autosuficiencia tanto en el mundo del arte como en el del diseño. Tal vez comienza en la escuela. Las escuelas de arte a menudo comienzan con el modelo de personalidad singular de Ayn Rand, resistiendo a las ideas de la cultura que la rodeaba. La teoría de las vanguardias es que como individuo tu puedes transformar el mundo, lo cual es verdad hasta cierto punto. Uno de los signos del ego dañado es la certeza absoluta.
Las escuelas alientan la idea de no comprometerse y defender tu trabajo a toda costa. Bien, el asunto es que todo trabajo tiene que ver más que nada con la naturaleza del compromiso. Sólo tienes que saber con qué comprometerte. La búsqueda ciega de tus propios fines a costas de excluir la posibilidad de que otros puedan tener razón, no tiene en cuenta el hecho de que en diseño siempre lidiamos con una tríada: el cliente, la audiencia y tu mismo. Lo ideal y sería que mediante alguna clase de negociación todas las partes ganaran, pero la autosuficiencia suele ser el enemigo. El narcisismo generalmente proviene de alguna clase de trauma de la infancia que no debe profundizarse. Se trata de un aspecto muy difícil en las relaciones humanas. Hace algunos años leí una cosa muy notable sobre el amor, que también aplica a la naturaleza de la relación con los otros. Era una cita de Iris Murdoch en su obituario. Decía: «El amor es el hecho extremadamente difícil de darse cuenta de que el otro, que no es uno, es real». ¡¿No es fantástico?! La mejor conclusión sobre el tema del amor que se pueda imaginar.

Personalmente, decir que me encanta el logotipo de I love NY y que este señor me parece un gran profesional.

Hasta aquí llega mi aportación sobre este diseñador. Si sabeis algo más o teneís alguna duda que nosotras podamos resolver, ya sabeis, ¿¿ Qué opinass??....., os contestaremos seguro.
















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